Como alguien que ha pasado mucho tiempo en el mundo digital y en el sector inmobiliario, he visto de cerca los desafíos que enfrentan los agentes. Y créanme, sé que no es fácil. Vender propiedades no es solo mostrar casas bonitas y cerrar tratos. Es construir relaciones, escuchar a las personas y, a veces, ser un poco psicólogo, consejero y hasta adivino (¿Cuántas veces has escuchado “quiero algo con personalidad, pero no demasiado”?).
El problema es que, con tantas tareas administrativas, gestionar propiedades y la presión constante de estar presente en un mercado competitivo, uno puede terminar sintiéndose como un pulpo tratando de manejar demasiados platos. Y sí, esa imagen mental es tan caótica como suena.
Así que, después de ver a tantos profesionales corriendo de un lado a otro como gallinas sin cabeza, pensé: “Tiene que haber una manera más fácil”. Y de ese pensamiento, entre reuniones y análisis y alguna que otra madrugada sin dormir, nació Inbomarket.
No me malinterpretes, no estoy aquí para venderte una varita mágica que resolverá todos tus problemas (ojalá la tuviera). Pero lo que sí puedo ofrecerte es una herramienta que te permita enfocarte en lo que realmente te gusta: conectar con tus clientes, mostrarles esos espacios especiales, y dejar que la tecnología se encargue del resto.
Al final, todos estamos aquí para lo mismo: ayudar a las personas a encontrar solución a sus problemas. Y si puedo en el proceso facilitarte la vida, entonces siento que estoy haciendo bien mi trabajo.
Inbomarket no es solo una herramienta, es mi granito de arena para hacer del sector inmobiliario un espacio más humano y menos caótico, porque seamos sinceros, todos necesitamos un respiro de vez en cuando.